viernes, 5 de noviembre de 2010

La necesidad de esquemas de planeación regional (a nivel municipal) y de ordenamiento territorial en México

El territorio Mexicano está dividido en 32 entidades federativas. De ellas, 31 son estados libres y soberanos a los que se reconoce el derecho de dotarse de una constitución y cuerpos de gobierno propios. La entidad federativa restante es el Distrito Federal, territorio bajo dominio compartido de la Federación mexicana y los órganos de gobierno locales.

En México existen 2,451 municipios (Sedesol, 2002), de los cuales el 85% son gobernados por presidentes municipales electos democráticamente y cuya gestión dura tres años; el 15% restante corresponde a municipios predominantemente indígenas con autoridades tradicionales que duran en el cargo un año.

Ciudad de Santiago Chazumba, Huajuapan Oaxaca. México.

El desarrollo y crecimiento regional (municipal), en México, en mayor parte se encuentra bajo la responsabilidad de entidades gubernamentales que son apoyadas, por un lado, por la iniciativa privada de forma económica y aportando conocimiento y tecnología y, por otro lado, las instituciones educativas e institutos de investigación intervienen como agentes de apoyo al proceso de conducción de las regiones mexicanas. De esta manera el proceso de conducción gubernamental mantiene el desarrollo y crecimiento de las comunidades mexicanas apoyado en estas dos instancias. A través de los años la conducción regional (municipal) ha ido evolucionando, sin embargo, aún es reactivo y se trata de adaptar al comportamiento de las comunidades que lo conforman.

El proceso de planeación es un proceso básico en la conducción de las regiones mexicanas a propósito de un desarrollo sustentable. El proceso de planeación regional debe considerar las condiciones ambientales, la extensión geográfica y a la complejidad de las regiones que contienen no poca cantidad de elementos (sociales, tecnológicos, políticos y económicos) interrelacionados y los comportamientos emergentes derivado de su dinámica.

La planeación regional, se encuentra integrada por cuatro etapas, que de ser correctamente ejecutadas eventualmente contribuirán a una mejor toma de decisiones y una eficaz ejecución de la conducción regional (municipal); dichas etapas que integran el proceso de planeación son: el diagnóstico, la prescripción, la instrumentación de la solución y el control de los resultados (Gelman y Negroe, 1982).

Ciudad de Chalco Estado de México.

Durante el diagnóstico, del proceso de planeación, se define el objeto conducido, se describe un estado actual y pasado; particularmente del desarrollo urbano y de la administración municipal, cuya comparación con un estado normativo permite detectar y evaluar discrepancias y analizar las causas de los estados de insatisfacción de la(s) comunidad(es), se elaboran proyecciones de referencia y se analizan las posibles discrepancias futuras entre la proyección y el estado deseado y esto permite la identificación y planteamiento de los problemas actuales y futuros que se desea resolver.

Realizar un diagnóstico de la situación de desarrollo regional y la administración municipal permitiría desarrollar esquemas de planeación regional (a nivel municipal) y de ordenamiento territorial, a propósito de la conducción de las regiones hacia el desarrollo sustentable.

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